El proyecto propone incentivos en beneficio de los militares que se acojan a la futura Ley. Ejemplo: Ascenso automático al grado superior, respetar tiempos de servicio para efectos del Seguro Social de FF.AA. y homologación de sueldos en todas las ramas.

Pero (el infaltable), toma la palabra (vía YouTube) Leonardo Barreiro, jefe del Comando Conjunto (junto a los tres comandantes generales) y dice (palabras más, palabras menos), que el Alto Mando se encuentra preocupado ante el proyecto de marras por cuanto no ha sido anunciado ni socializado en el Ministerio de Defensa ni en el Comando Conjunto.

En seguida responde S. Mashist@ad en cadena de TV y Radio para echarle la culpa a la “prensa corrupta” de crear un mal ambiente haciendo creer que (en sus palabras) “queremos crear una guardia pretoriana civil para aplastar a la gente, darle garrote… no somos social cristianos… ja ja ja” (aplausos de la barra). Luego, califica de “desliz” la opinión de las cabezas castrenses quienes cuentan con su respaldo: “Si no tuviéramos un tan buen Comando Conjunto, sí lo hubiera separado del cargo. Tengo confianza en el Comando Conjunto y es claro que las palabras fueron más allá de los conceptos. Prefiero superar el incidente… pero claramente fue un error”.

En este punto del debate, nadie duda que la decisión del Jefe de Estado está tomada: ¡La futura redefinición del rol de Fuerzas Armadas y la consecuente reducción de su obesidad… va porque va!

En cuanto a mí concierne: ¡Apoyo la moción de Rafico I! Respetando por supuesto los tiempos que tiene cada militar en cualquier rango en que se encuentre y todos sus derechos adquiridos. Lo mismo para los cadetes que deben terminar los estudios. Luego, los cuarteles podrían convertirse en escuelas, colegios, universidades. En lugar de comprar tanques, aviones y cañones, construiríamos más hospitales. Y el sueldo de cada soldado transferido, destinarlo a contratar profesores y médicos que tanta falta hacen en este país.