Los moradores dijeron que en las noches es un peligro caminar por el callejón, ya que en cualquier momento podrían ser atropellados por un motociclista.
Ante esto, Wilmer Zambrano se vio obligado a construir un rompevelocidades.
“Es a cada momento que se escucha pasar las motos y nadie hace ningún control. Nosotros mismos tenemos que buscar las soluciones al problema”, manifestó Zambrano.
Agregó que la situación se complica en las noches.
“Pedimos que se haga más controles policiales, sobre todo en las noches, que es cuando más se lo necesita”.indicó Zambrano.
Patricia Sánchez expresó que por las noches es difícil dormir por la bulla de las motos.
“Ésta es tierra de nadie, aquí la gente hace lo que quiere, vienen personas de otros lados a hacer de las suyas”, indicó Sánchez.