Esa hazaña lo hizo conocer internacionalmente como “El Cuentero de Muisne”.

Según detallan los periódicos de aquella época, a Dante Reyes, como era más conocido, desde los 17 años se le empezaron a descubrir sus delitos.

Él era una persona muy astuta, segura de sí misma, además de culto, eso lo ayudaba a convencer a la gente, declararía años después el director de la cárcel donde estuvo recluido Dante Reyes. 

Mil trucos. Los delitos de “El Cuentero de Muisne” tuvieron notoriedad internacional.

Los medios de la época indican que la facilidad de palabra de Reyes era tal que un día logró hacerse pasar como un empresario japonés llamado Dante Makoto Chimbolo y consiguió la gerencia de una bananera.

En una de sus andanzas, Dante Reyes logró ser detenido y enviado al entonces Penal García Moreno de Quito (ahora expenal), pero de allí logró fugarse vestido de monja, el 11 de agosto de 1993.

“Había visto a la monja un par de veces y ví que era muy bondadosa y aproveché para apelar a su lado sensible y le dije que mi madre estaba enferma y yo estaba desesperado por salir y no quería matar a ningún guía, ni policía y ella accedió y al día siguiente me llevó un traje. Me resuré y salí por la puerta del penal”, relató Dante Reyes a los medios.

El 29 de diciembre del mismo año, Dante Reyes fue recapturado y luego salió libre.

Sin embargo, el 26 de octubre del 2004, nuevamente Dante Reyes fue capturado y se lo acusó del robo de un vehículo y la muerte del conductor. Por esto fue sentenciado a 25 años de cárcel, donde finalmente vio marchitar su vida.