Según la prensa brasileña, el hecho ocurrió cuando una mujer con seis meses de gestación debió adelantar el parto debido a complicaciones, alumbrando a un varón.
Después de dar a luz, los médicos del hospital donde se atendió le informaron que su hijo había muerto, debido a la inmadurez de su cuerpecito.
La pareja de padres aceptaron la noticia y alistaron el funeral. Sin embargo, cinco horas después, cuando hacían los trámites, una doctora se acercó a informarles que el bebé estaba vivo.
Según la versión de la doctora, el bebé comenzó a respirar y a moverse, segundos antes de que le hicieran la autopsia, por lo que fue llevado a la unidad de terapia intensiva del hospital.
Para los padres se trata de un milagro, por lo que bautizaron al pequeño como Lázaro, en alusión al personaje bíblico que vuelve a la vida gracias a un milagro de Jesús.