La orden del mandatario colombiano se da luego de que cientos de personas salieron a las calles de Bogotá, y otras ciudades cercanas, en apoyo a la huelga agropecuaria que ya se extiende por más de 13 días. Dichos actos, derivaron en los hechos violentos que denuncia el mandatario.
"Ayer mismo, anoche ordené la militarización de Bogotá y así lo haré a partir de hoy en cualquier municipio o en cualquier zona donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados", manifestó el presidente en una alocución desde la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
Además, Santos explicó que ordenó que
50.000 hombres de las Fuerzas Militares se encarguen con la Policía de ayudar a mantener
la movilidad en las carreteras del país, las cuales
están bloqueadas por los campesinos.
Igualmente dispuso que "todos los aviones de transporte de la Fuerza Aérea" sean utilizados en puentes aéreos "que garanticen el abastecimiento de alimentos en ciudades", así como caravanas encabezadas por la fuerza pública para garantizar la salida y entrada de productos de los campos a los centros urbanos.
Respecto a la violencia que anoche sacudió a la capital colombiana, Santos las consideró "inaceptable, inaceptable", ya que "afectan de manera grave la vida de la mayoría".
FIN AL DIÁLOGO
Por otra parte, Santos ordenó la retirada de los ministros que negociaban desde hace cuatro días en Tunja (centro) con líderes campesinos, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, y denunció intereses oscuros en las protestas.
"La paciencia se agota", dijo Santo, quien agregó que después de otra noche de negociaciones infructuosas, "le he pedido a nuestros ministros que regresen a Bogotá y dejen nuestras propuestas sobre la mesa a los campesinos".