El brasileño David Miranda, compañero del periodista al que el extécnico de la NSA Edward Snowden entregó datos sobre el espionaje global de EE.UU., llegó ayer a Río de Janeiro tras estar retenido nueve horas en Londres e instó al gobierno de Brasil a reaccionar "con fuerza" ante su detención.
"Espero que haya una reacción fuerte, porque no había ningún tipo de justificación para lo que ocurrió", dijo Miranda, en unas breves declaraciones a los periodistas en el aeropuerto.