Derivada en gran medida por la falta de receptividad de los países del mundo, o a la incapacidad de vender esa noble propuesta que en realidad consistía en asumir un reto compartido con todas las naciones que se sumaban a la propuesta en aras de evitar una verdadera contaminación ambiental, el fracaso no es sólo del equipo que comandaba la señora Baki, a la fecha estimulada con el rango de Secretaria de Estado, es del país.
El marco constitucional con la disposición vía decreto del Presidente que suspende la iniciativa Yasuní ITT disponiendo la creación de un fideicomiso mercantil y solicita a la Asamblea Nacional la autorización para la explotación de los campos petroleros en la zona, ya dio paso al debate y la consulta popular para muchos es a la fecha una exigencia.
La Constitución no ha sido escrita sobre piedra, ha sostenido reiteradamente el Presidente; y, ya son varios los temas con criterios y propuestas controvertidas, que tanto a nivel nacional, como muchos a nivel local, requieren de un pronunciamiento de la propia comunidad; y, bien pudiera ser, que la próxima contienda electoral donde se elegirán autoridades seccionales, sea el escenario propicio para que se den estos pronunciamientos.
Si es que en la práctica no ha existido una coincidencia de criterios como causas para que se haya suspendido el dime y diretes con amorfinos entre el Presidente y el alcalde Nebot, el tema de la reelección presidencial y el destino y ubicación del nuevo puerto que alivie la carga como alternativa, bien pudiera ser materia de una consulta en esa provincia.
El matrimonio de parejas de un mismo sexo, a la fecha viene a ser un tema en discusión con una gradual insistencia, que el presidente Correa ha manifestado que bien pudiera encasillarse también en materia de una consulta popular.
I en el caso puntual de la inercia incidente en el desarrollo de la capital de Manabí con el tema del aeropuerto Reales Tamarindos, qué mejor oportunidad que seamos los propios vecinos de este cantón que manifestemos y determinemos el destino que deberá darse al suspendido terminal, tan satanizado por extraños y propios interesados.
Son los pueblos los que labran su propio futuro.