Es María Asunción Cedeño Castro, la profesora que dedicó 40 años de su vida a enseñar las letras y también las buenas costumbres.
Hoy es una maestra jubilada que vive de los recuerdos y que aunque ya no trabaja sigue levantándose a las 06h00. En el jardín de infantes María Martínez de Macías, en la escuela Portete de Tarqui, en la escuela Pechiche de Riochico Sin Nombre y en el plantel Francisco Menéndez quedaron aquellos años de juventud y también sus conocimientos. Para esta educadora no había mal tiempo ni tampoco obstáculos, para llegar a su trabajo lo hacía a pie, en burro, en invierno o en verano. Cuando doña María Asunción sale a la calle, sus alumnos la llaman profesora, en algunos casos ella no recuerda los nombres, pese a ello se siente feliz en saber que la huella que dejó fue como la semilla que hoy ve germinada.