El primero tiene que ver con la pretendida reforma constitucional para permitir la reelección del Presidente de la República de manera indefinida, a sabiendas de que lo que se estaría buscando es la perpetuidad en el poder  como sucede en determinados gobiernos, como el de Cuba por ejemplo.  Y se dice perpetuidad, por cuanto así estaría sucediendo cuando ese gobierno maneja en sus manos todos los organismo del Estado, estándose así el de poder manipular cualquier proceso electoral, en razón a que se está hablando de una reelección inmediata, que no es lo mismo cuando esa reelección se la plantea pasando un periodo por lo menos y el candidato no tiene en sus manos todos los poderes centralizados.  Es por ello que las constituciones anteriores a la que está vigente establecía esa posibilidad de la reelección pero no inmediata, justamente en prevención de esa pretendida perennización.

Respetemos la tradición democrática ecuatoriana y refórmese sí la actual Constitución, pero, para prohibir la reelección inmediata y evitar así que se juegue con la voluntad popular en base a ese poder absoluto que permite tantas ventajas pre y post electorales.

El otro asunto es zonal y tiene que ver con el suministro de agua potable a los cantones Sucre y San Vicente.

Informaciones de prensa dan a conocer de los daños ocasionados en distintas ciudades y provincias.  Daños que ocurren de repente y que en cuestiones de tres o cinco días se restablece el servicio de este líquido básico para la subsistencia humana.  Pasa en Quito, en Guayaquil, en Manta, en Ambato, entre otras ciudades.  El Universo del domingo último decía en un informativo que “El Guabo y Machala  estuvieron desde el pasado jueves sin servicio de agua potable, tras la rotura del acueducto  en Rosa de Oro (Pasaje). Ayer finalizó la reparación y hoy se prevé restablecer el servicio”.  Es decir, que la interrupción sería de 4 días.  En cambio por acá esos daños son frecuentes y duran muchas veces 2 y hasta 3 semanas y se deben a fallas en el servicio eléctrico, a daños en las bombas, gran parte de las cuales están obsoletas y no ha funcionado la tan cacareada repotenciación, así como a rotura en la tubería, parte de las cuales son ocasionadas intencionalmente y otras por el bombeo alternativo unos días a Sucre y otros a San Vicente dejando la tubería llena de aire, lo que a reanudar el bombeo con la presión del agua que provoca el daño.

Ya es tiempo entonces que de manera urgente y definitiva se cambie el sistema y se mejore el suministro simultáneo de agua a estos dos cantones.