Mi nota del lunes 22-07-2013 en la que en su final manifesté el deseo de que A.P. de Manta envíe buenas noticias de su retorno a sus perdidos fueros e importancia, últimamente tan venidos a menos en el convivir manabita y nacional, precedió a que 5 días luego, en su sabatina del 27-07-2013, el Presidente Correa anuncie la rehabilitación de los puertos ecuatorianos de Guayaquil, Manta y Esmeraldas. Sobre el nuestro, esperanzadoramente el Presidente manifestó que luego de ampliarlo y dragarlo, con una inversión estatal de alrededor a $. 100 millones, el 2015 recibirá buques Post-Panamax que requieren calados/profundidad de 15 Mts. aportando una carga, entre otras, de 600 mil teus/contenedores anuales, cifra mayor al menos de un mil que este último año se manejó en éste, el mejor ubicado y natural puerto marítimo ecuatoriano de aguas profundas con alrededor de 12 mts. actualmente. ¡Increíble!
Al no haber visto por TV la sabatina de marras, la prensa local y nacional -cumpliendo su esforzada labor- puso en conocimiento general y me enteré por ella sobre el ofrecimiento presidencial, que, como todos sabemos, por el dominio -en el mejor de los sentidos- que actualmente posee el primer mandatario sobre el hacer nacional, deviene en muy posible, e insisto, en esperanzador; y, al creo no haberse pronunciado Correa sobre la cacareada -huele a difunta- concesión a un operador foráneo, de cajón surgen algunas interrogantes: ¿Se realizará una nueva convocatoria como se anunció al fracasar la última y/o proseguirá el Estado por medio de A.P. administrando/operando este importante puerto nacional?; ¿esto conviene al país? ¿tiene esta ahora cuestionada entidad las conexiones y la capacidad para hacerlo? ¿qué destino mismo tendrán estas instalaciones existentes y resultantes? ¿serán comerciales, pesqueras, turísticas, o polifuncionales? Respuestas y decisiones que, con el sitio de la acertada reubicación del puerto actual ¿lo conoceremos en otra sabatina presidencial?