Sin embargo, este módulo no cuenta con una planta para el manejo de lixiviados (líquidos que salen de la basura), según explicó Cristian Reyes, director provincial del Ministerio de Ambiente de Ecuador (MAE).
Esto fue corroborado por Marco Aguilar, asesor de la Alcaldía, “esta planta demorará dos meses para ser instalada y tres meses más para que entre en funcionamiento”, indicó.
Mientras tanto los lixiviados serán vertidos en una piscina provista de una geomembrana.
Reyes no oculta su preocupación debido a que la piscina es “a cielo abierto y puede desbordar los lixiviados cuando llueve, el municipio tiene tres meses para instalar una planta para tratarlos”, aseguró.
Él señaló que el proyecto del Complejo Ambiental sí cuenta con su respectiva licencia ambiental, no así la celda emergente, que aún está en la etapa de la viabilidad técnica por parte del MAE.
El módulo uno recibirá la basura de la ciudad por aproximadamente 10 meses, según Aguilar.
El botadero a cielo abierto de la vía a Quinindé, que hasta el martes recibió la basura de Santo Domingo, actualmente está en la etapa de cierre técnico que para Reyes tardará por lo menos dos años.
“El vertedero controlado fue sobreutilizado, allí se colocaba la basura en los callejones”, indicó.
Aguilar, de su parte, señaló que el municipio actualmente trabaja en el cierre de la celda 8 (la última que recibió la basura) y en la que laborarán cerca de tres meses para luego ejecutar el cierre integral y el plan de abandono que concluiría en el 2014.
Las acciones de control y monitoreo del botadero continuarán durante una década.
En lo que respecta a los residuos hospitalarios Aguilar indicó que diariamente, desde abril de este año, se deposita una tonelada de este tipo de desechos en el complejo. El funcionario admitió que que al lugar no se le está dando ningún tratamiento.