Si bien en el partido de ida Barcelona sacó un empate por 2-2 ante Mineros que favorece su intención de clasificación, perdió de local el partido que según sus aficionados no podía perder: "el Clásico del Astillero", en la reciente jornada del torneo local contra su eterno rival, Emelec.

Por este motivo, la presión es para el cuerpo técnico que comanda el argentino Gustavo Costas y los jugadores, quienes deberán salir a ganar para que se reactive el romance con sus aficionados.

Barcelona, penúltimo en la tabla de posiciones, tras tres derrotas y tres empates, aún no saborea las mieles de la victoria, pues hasta el partido de la Copa Euroamericana disputado la semana pasada lo perdió en su estadio por 1-3 ante el Sevilla español.

Para el encuentro de mañana, Costas echará de menos al centrocampista y figura del cuadro, el argentino naturalizado ecuatoriano Matías Oyola, debido a una lesión, junto al defensa izquierdo Giovanny Nazareno.

Sin embargo, el entrenador que ganó el título del año pasado en Ecuador, echará mano de su compatriota Andrés Franzoia, del uruguayo Sebastian Ribas y de los colombianos Fabian Vargas y Wilder Medina.

Entretanto, el técnico del Mineros y exseleccionador venezolano, Richard Páez, alquilará balcones porque -dijo- "quiero que se vea el oficio de mis jugadores en este partido. Hay que jugar con mucha actitud, estar concentrados y enfocados, ojalá podamos aprovechar la presión que tienen los rivales por ganar".

También aseveró que van "a vivir un ambiente de presión, por eso el equipo que pueda utilizar mejor su juego con mucho carácter se quedará con la victoria", agregó.

Según Páez, a sus jugadores "les está tocando la puerta la trascendencia internacional. Los equipos venezolanos debemos buscar logros internacionales y esta es una oportunidad que tiene el plantel".