Según varios moradores, la obra que ya está terminada y se encuentra en funcionamiento, ya tuvo, en el invierno pasado, problemas de roturas de varios tubos que transportan las aguas residuales, las cuales, cuando eso sucedió, cayeron directamente al río.

 

 CONTAMINACIÓN  Boris Solórzano, uno de los ciudadanos afectados, se mostró preocupado con los problemas y recordó que el sistema es nuevo y los problemas que se están dando actualmente debieron ser advertidos mediante los estudios previos.

Dijo que el objetivo de la inversión sanitaria es tener un sistema que brinde los resultados esperados, y que no provoque el perjuicio ambiental que se genera cuando hay roturas, ya que las aguas residuales van a parar al estero Bravo, que se contamina y genera otros problemas sobre todo a quienes utilizan el agua para sus actividades cotidianas.

 

 PROBLEMA Polivio Moreira, concejal de Sucre y presidente de la Comisión de Higiene, quien reside en la parroquia San Isidro, presume que estos daños se dieron por la estructura del terreno donde se encuentra la laguna de oxidación.

Admitió que los constantes movimientos de tierra, que se dan en una pendiente por donde pasan las tuberías, provocan los rompimientos de las mismas, pero aseguró que cuando se dieron estos sucesos, el personal encargado del sistema se movilizó rápidamente para solucionar los daños que, recordó, se produjeron 2 veces en invierno y 1 en el verano.

Reveló que a él le preocupa más la situación de la laguna, que ya está por rebosarse, presumiendo que ante el problema, el agua tratada en la laguna sería evacuada hacia el Estero Bravo.

El edil aseguró que ya le comunicó al alcalde de Sucre, Carlos Mendoza, sobre el problemas, además que le trasladó la preocupación de la comunidad, que espera una solución definitiva a este inconveniente que se ha suscitado en 3 oportunidades.