Usar el tacto debería ser lo último que los amantes deberían olvidar a la hora de practicar sus relaciones. Y es que la piel tiene cinco millones de terminaciones nerviosas, las que a su vez tienen funciones distintas.
Es por ello que muchos sexólogos creen que el tacto debería ser el eje de las relaciones sexuales, que no debería dejarse de lado en ningún momento del encuentro sexual. Un nuevo descubrimiento ha puesto de manifiesto que los lugares del cuerpo que son perfectos para las caricias son aquellos que tienen vellos. Aunque abundan en las zonas genitales, también hay otras zonas, como axilas o muslos. Así, acariciar las zonas púbicas o las perineales puede llevar una mayor cantidad de sangre a los órganos sexuales.