“En el contexto regional e internacional, por la naturaleza de las instituciones que representamos, estamos llamados a ser los agentes de cambio para librar a nuestras sociedades de los efectos nocivos del lavado de dinero que vulnera las actividades del sector financiero y socava la institucionalidad de los gobiernos”, dijo Villacrés. 

Por su parte, Pedro Solines, superintendente de Bancos del Ecuador, dijo que el escenario internacional  es desafiante y “nos enfrentamos a la internacionalización de los pagos y las relaciones económicas entre agentes económicos a nivel global”.