A su alrededor había gente muy molesta, personas que habían pasado toda la mañana visitando bancos. Una señora había estado en dos entidades anteriormente, y estuvo en extensas filas.
Pero Intriago recalca que tiene una particularidad en estos quehaceres de los trámites bancarios. O se les va la "línea" siempre o no hay nadie cuando llega a un banco y no hace nada de fila. "Es como si la gente sabe que voy al banco y dicen abranse que llegó Intriago", comentó entre risas.
Geoconda Vélez alcanzó a realizar su trámite, pero permaneció cansada y hostigada todo el tiempo que hizo fila. Ni siquiera podía entretenerse llamando y conversar con sus amigas por teléfono, poque está prohibido hacerlo dentro de los bancos.
Incluso tuvo que salir varias veces a la calle para contestar llamadas telefónicas.
Asimismo, le ha tocado también molestarse cuando se va la línea, en especial cuando el trámite lo realiza los mediodías. Es que no tiene tiempo durante la mañana, porque su trabajo no se lo permite.
Por su parte, Alberto Álava mata el tiempo leyendo revistas cada vez que va a los bancos. Se pasa hojeando y pasando página por página, entretenido. O nunca falta encontrar a un amigo en la fila y se ponen a conversar, para "quemar" el tiempo.
Tampoco podría faltar aquel niño que se desprende de la mamá y comienza a recorrer el banco, a caminar entre la gente que está en la cola, y cuando quiere regresar donde su madre no la encuentra y comienza a llorar desaforadamente, mientras ella le dice "aquí estoy".