Ambos bandos han efectuado llamamientos para que sus partidarios salgan a las calles en masa con el fin de rechazar "el sangriento golpe de Estado", en el caso de los islamistas, y de "proteger la revolución y condenar el terrorismo", según los opositores a Mursi.
Es curioso cómo las dos facciones rivales se consideran protectoras de la revolución del 25 de enero de 2011 que derribó al presidente Hosni Mubarak (1981-2011) y rechazan cualquier injerencia extranjera en Egipto tras la destitución de Mursi, el pasado 3 de julio.
La llamada Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad, que incluye a varios grupos islamistas entre ellos los Hermanos Musulmanes, calificó hoy el golpe militar de "sangriento e injusto" e instó a recuperar la revolución "robada por los golpistas".
El epicentro de las manifestaciones de los islamistas es la plaza de Rabea al Adauiya, en el este de El Cairo, donde mantienen una acampada que ha ocasionado tensiones con los habitantes de la zona.
Los vecinos de Rabea al Adauiya dieron ayer un ultimátum a los manifestantes para que se concentren en la plaza y no se extiendan a las calles aledañas, algo que hoy aceptó la citada alianza de Defensa de la Legitimidad.
Por su parte, los detractores de Mursi han convocado manifestaciones en la plaza cairota de Tahrir y frente al palacio presidencial de Al Itihadiya, para reivindicar las demandas de los ciudadanos que salieron el 30 de junio para exigir la renuncia de Mursi.
Los principales grupos revolucionarios, entre ellos el destacado "Tamarrud" (rebelión), justificaron sus protestas en que es necesario "proteger la revolución y sus logros".
En una rueda de prensa, el dirigente de "Tamarrud" Mohamed Abdulaziz afirmó que las manifestaciones pretenden también impedir "las tentativas de los grupos terroristas de retroceder", en alusión a las protestas de los islamistas en favor de restituir a Mursi.
Otro objetivo es, según Abdulaziz, expresar el rechazo al apoyo de algunos países a los Hermanos Musulmanes e "insistir en que nadie puede imponer su voluntad al pueblo egipcio ni puede parar la revolución".
Los asistentes a este acto criticaron el supuesto apoyo de EEUU a los Hermanos Musulmanes, a los que el responsable del grupo "Kifaya" Muhsen Hashem tachó de "terroristas".
Las protestas a favor y en contra de Mursi coinciden con el aniversario de lo que en Egipto se considera la victoria en la guerra de 1973 contra Israel (conocida como Guerra del Yom Kipur o de Ramadán), que fue el día 10 de Ramadán, según el calendario musulmán, por lo que los manifestantes de ambos bandos han denominado la jornada como "viernes de la victoria".
Por esta ocasión, el presidente interino egipcio, Adli Mansur, tiene programado pronunciar su primer discurso a la nación desde su llegada al poder tras el derrocamiento de Mursi, en el que se prevé que aborde la transición de Egipto, que ya tiene un Gobierno interino encabezado por Hazem el Beblaui.