Assange cumple mañana un año de permanecer en la embajada, en condición de asilado político, para evitar su extradición.
Según declaró a la prensa, sus abogados creen que EEUU tiene preparada una salida legal para conseguir que sea detenido y llevado finalmente a ese país.
Partiendo de esta posibilidad, teme por su vida si pues podrían condenarlo a muerte pues el portal que fundó, WikiLeaks, reveló miles de cables diplomáticos con información sensible sobre la política exterior de ese país.
Según sus declaraciones, Assange no saldrá de la embajada "a menos que el Gobierno británico dé información o garantías de que me concedería un salvoconducto seguro".
"Sabemos que existe una investigación en EEUU y sabemos que soy un objetivo del gran jurado federal. Hay un 99,97% de posibilidades de que me imputen formalmente", señaló el informático.
En la entrevista, Assange criticó además la manera en la que el Gobierno del Reino Unido ha gestionado su caso al considerar que Londres no cumple con la legislación internacional en el trato a refugiados políticos.
Si bien mostró esperanzas de que se llegue a una "solución diplomática" a su caso o de que "Suecia y las autoridades de EEUU cesen en su persecución", consideró "altamente improbable que Suecia o el Gobierno británico digan públicamente que no a EEUU en este asunto".
Los gobiernos británico y ecuatoriano acordaron el lunes en Londres crear un grupo de trabajo a fin de buscar una solución a la situación del periodista.