Ayer por la mañana los familiares de Pablo Enrique de la Cruz Cedeño le dieron el último adiós, justamente el día que hubiese cumplido 34 años.
De la Cruz murió el domingo, como consecuencia de una puñalada en la vena yugular que le asestó un desconocido mientras laboraba custodiando una fábrica de bloques ubicada en la urbanización La Paola, de Montecristi.
El ataque, según la Policía, se habría ejecutado en horas de la madrugada.
Homenaje. Con música y oraciones, los familiares y amigos de De la Cruz lo velaron en su vivienda ubicada en la ciudadela Monterrey, de Montecristi.
En la tarde, después de una misa que se ofició en la capilla de la ciudadela, lo sepultaron en el cementerio Parques del Recuerdo.
Su hermano José Luis contó que tenían planeado celebrar su cumpleaños con una pequeña reunión familiar y una comida. "Desgraciadamente lo mataron", dijo con lágrimas en los ojos.
Señaló que p0ndrán la denuncia en la Fiscalía porque quieren que se haga justicia.
"Mi hermano era una persona tranquila que no tenía problemas ni enemigos", explicó.
Edwin Gómez, jefe de la Policía Judicial de Manta, manifestó que el occiso no tenía antecedentes penales.
También descartó que el asesinato haya sido producto de un intento de robo porque la víctima tenía todas sus pertenencias personales como dinero y documentos.
"No se llevaron nada, ni siquiera dos cartucheras que tenía en la bodega. Incluso limpiaron el arma con la que lo apuñalaron, pero se encontró un rastro de sangre que será analizado", expresó Gómez.
Hipótesis. Indicó que se investiga la posibilidad de que haya estado en la escena del crimen con alguien que él conocía y que se habría producido una riña que desencadenó su muerte con una puñalada en la yugular.
En el lugar existen huellas de forcejeo, agregó el oficial. Y añadió que el cuerpo de la víctima mostraba heridas defensivas.