“No se gastarán millones en una fiesta llena de gente a la que casi no conocen. Brad quiso eso cuando se casaron y ella se vio forzada a tener esa fiesta. Pero ahora será algo pequeño y de perfil bajo, para que los novios se sientan relajados'', explicó el organizador de bodas Kevin Lee a la revista Grazia.

“Jennifer está enamorada, ha encontrado a su alma gemela, y eso es todo lo que cuenta”, añadió Lee.