Igual que Kevin son cientos de niños que se refugian en la cancha del sector para hacer deportes, sin importarles que los arcos estén deteriorados y que los aros para el baloncesto ya no sirvan. Ellos están a la espera de atención.
“Desde las doce del día acudimos a realizar deporte, en la cancha hay que hacer muchos arreglos, es importante que nos ayuden”, indicó Espinales de 13 años de edad.
Edwin Román y Manolo Mayorga son dos jóvenes que tarde a tarde llegan a la cancha a observar como los niños hacen deportes.
A ellos les gusta el baloncesto y no escatimaron esfuerzos para “meter mano” y arreglar de forma voluntaria uno de los dos tableros.
“El espacio es grande, ya no contamos con buenos arcos, para el arreglo del tablero de baloncesto se pagó 70 dólares, con ello se pretende que los niños sigan realizando deportes y se diviertan sanamente”, resaltó Mayorga.
Román, entre tanto, señaló que en las noches es bastante imposible realizar deportes debido a la falta de luminarias.
“La limpieza de la cancha es cosa de nosotros mismos pero es importante que nos brinden la ayude con las lámparas para que el parque se vea mejor”, sostuvo.
Yadira Mendoza, quien acudía al parque por primera vez afirmó que no deberían dejar que los pocos implementos que hay en la cancha se dañen porque esto ocasionaría una baja considerable de visitas al sector.