Jhon es uno de los 70 niños afrodescendientes cuyo deseo es estudiar en la Unidad Educativa Provincial Kasama, ubicada cerca a su domicilio en la cooperativa El Paraíso, pero por falta de cupos no lo hará.
Hasta el año pasado el menor recibía clases en la escuela Juan Sixto Bernal de El Paraíso, una institución donde las necesidades son muchas.
La madre de Jhon, Matilde Mosquera, afirma que a los estudiantes de dicha escuela les toca tomar agua de un pozo que está contaminado.
Son 150 estudiantes que tiene la escuela Juan Sixto Bernal, muchas veces han tenido que compartir una banca entre tres. “Han sufrido discriminación racial por parte de algunos docentes”, indican los padres de familia.
Los afrodescendientes explican que Geovanny Benítez, prefecto, les ofreció arreglos para la escuela sino obtenían cupos en Kasama, pero hasta ahora no ven nada de cambios.
Los padres de familia afrodescendientes que habitan en el sector de El Paraíso buscan que se respeten sus derechos y exigen a las autoridades educativas se cumpla con el decreto presidencial 060 en el que se condena todo acto de discriminación y se determina, entre otras cosas, que el 10 por ciento del total de estudiantes de cada institución educativa sea afrodescendiente. La Unidad Educativa Kasama tiene 1.460 alumnos, y apenas 25 son “afro”.
“Hace tres meses peleamos por los cupos en el Kasama, que deberían ser más de cien, sin embargo exigimos únicamente 70 y nos han notificado que serán sólo 6, eso es una discriminación para nuestros hijos”, indicó Calletano Tenorio, de la Asociación Provincial de Afrodescendientes Ébano.
“El prefecto Geovanny Benitez nos prometió que íbamos a ser escuchados, pero no fue así”, afirmó Miriam Bedoya, madre de familia afectada.
Las madres de los niños temen que no les asignen los cupos que ellos requieren y eso las lleve a la imposibilidad de que sus hijos estudien este año lectivo.
“Hemos acudido a otros planteles y nos dicen que no pueden recibir a los niños ahí porque corresponden a la jurisdicción de la Unidad Educativa Kasama, y en el Kasama tampoco nos quieren recibir”, añadió Mosquera. Ellos piden se respete la sectorización de la educación, incluida en la Ley Orgánica de Educación Intercultural.
Marlin Charcopa, inspectora de Kasama pidió que se tomaran los datos de los niños, niñas y adolescentes de esta comunidad para que previo al análisis de cada caso, atender los requerimientos de los padres de familia de El Paraíso.
Charcopa, aclaró que los preinscritos en esa ocasión fueron 74 de los cuales entraron a un proceso de sorteo los menores de inicial (3 y 4 años de edad) con una asignación de 8 cupos.
Por otro lado, haciendo una excepción, (debido al espacio) y con aprobación de la Dirección Distrital de Educación y la Prefectura se asignó 8 cupos para octavo, noveno, décimo, primero y segundo de bachillerato, distribuidos según la necesidad. El número de beneficiados es de 16.