Martínez Oña representa a la tercera generación de expendedores en su familia.

La calle Chile para él lo es todo. Allí creció y ahora es la sede de su trabajo. "La calle Chile llegó a ser mi hogar en el día y en la noche", dijo. 

Gracias a la comercialización de ropa puede mantener a los integrantes de su hogar: su esposa y 4 hijos.

Este comerciante se independizó en el negocio de la venta de ropa desde hace 19 años. A partir de ahí se ha dedicado a defender su trabajo. 

Actualmente representa a alrededor de 600 comerciantes minoristas del cantón. Tiene siete años en la dirigencia. Su meta es que haya un lugar digno para los expendedores.