La escuela en mención funciona en el barrio Jocay. 

Allí se utilizarán, en la mayoría de aulas, los pupitres que tienen más de 20 años de uso. 

“Ya están  obsoletas, y al menos son 400 las bancas que ya no sirven”, comentó Consuelo Cedeño, directora de este plantel, donde se educan 641 alumnos.

 

 necesidades. De las 19 aulas que tiene la escuela, la mitad se inunda. Y el techo tiene agujeros.

Teresa Flores, madre de familia, dijo que es penoso que los niños se eduquen en esas condiciones. 

El pedido de construcción de seis bloques de aulas, hecho hace más de tres años, todavía está en la espera, dijo Cedeño.

Gracias a la autogestión es que se están construyendo dos bloques de dos aulas para que puedan recibir clases los 80 niños inscritos para educación inicial (octavo, noveno y décimo).

otros casos. Este problema también se repite en otros centros educativos como la escuela Altagracia. Hace dos semanas el techo donde funciona el primero de básica fue destruido, comentó Miriam Guadamud, conserje del plantel.

“Intentaron ingresar a la escuela, presumiblemente con la intención de robar, y terminaron rompiendo en parte -el techo del aula-”, señaló.

Por este problema, ayer la directora, Ana Vera, acudió hasta la Dirección Zonal de Educación, en Portoviejo, a fin de que se dé solución antes de que inicien las clases, el 2 de mayo próximo.

En la escuela Luis Espinoza Martínez, que queda en el barrio La Ensenadita, unas cuatro aulas también presentan deterioro en el techado. 

En la Unidad Territorial Educativa Nº 7 no tienen reportes de las unidades de educación básica que presentes daños. 

Ahora los pedidos pasan directamente a la zonal de Educación, se informó.

En la escuela Betty Enna García también hay problemas por falta de bancas.

En la escuela 15 de Septiembre el pedido es que arreglen el ingreso, construyan un bloque de aulas y limpien los terrenos llenos de maleza.