Tarcila Mendoza, titular de la dependencia, explicó que desde el año 2011 decidieron adoptar este requisito para evitar falsificaciones y dar más seguridad a los trámites.
Señaló que son muchas las denuncias de personas que indicaban que les habían falsificado la firma; entonces, explicó que al colocar la huella se hace imposible una situación así, por su característica única.
El uso de la huella dactilar no está contemplado en la ley notarial; sin embargo, Mendoza aclaró que el requerimiento no es ilegal, porque no se está perjudicando a nadie, sino más bien es un beneficio para el usuario.
Luz Daza, notaria novena de Portoviejo, es otra de las funcionarias en cuya oficina se sugiere que la persona imprima su huella dactilar en el documento que está tramitando. En su caso dijo que muchos usuarios se niegan a hacerlo y como no está contemplado en la ley, no es exigido.