El común denominador de estos casos es que en un primer momento las víctimas fueron consideradas como desaparecidas, y días o meses después aparecieron sin vida.
En Manabí son los casos más impactantes ocurridos en los últimos años, pero no los únicos.
Cifras. El 28 de julio Cristopher Javier desapareció de la parroquia Tarqui, de Manta. Es el mayor de los hijos de Lucía, quien no se explicaba las razones por las cuales Cristopher se había "esfumado" sin dejar rastro.
Al peregrinaje de esta madre se unieron amigos y vecinos, quienes junto a la Policía formaron brigadas de búsqueda, pues los rumores era que el menor se había escapado y recorría las calles del puerto vendiendo caramelos.
Tras cuatro meses de sufrimiento, Cristopher apareció. Reveló que había viajado a Guayaquil y cuando quiso volver no pudo, convirtiéndose en un ambulante. Casos como éste son comunes en la provincia, menores que huyen de casa y luego vuelven; adolescentes que se van con los enamorados y son reportadas como raptadas por sus padres; o llevadas por engaños por sus novios, quienes las mantienen en situación de riesgo en cabarés; o niños de parejas disfuncionales llevados por uno de los progenitores sin la autorización del que tiene la tutela, explica William Manzano, agente de la Dirección Nacional de la Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes.
El agente señala que en Manabí se han descubierto muchos casos de trata de personas, y que el 80 por ciento de los casos de desaparecidos corresponde a mujeres y el restante a varones. Indica que durante el 2012, 62 menores fueron reportados como desaparecidos entre los cantones Manta y Portoviejo. En el primer trimestre de este año ya van 20 casos.
Todos los menores que desaparecieron tanto el año pasado como este año han sido encontrados, señala, al tiempo de decir que se trata de casos muy complicados y por eso resolverlos puede llevar meses.
Se necesita mejorar el diálogo con los hijos
Laura Flores Zambrano, psicóloga clínica, señala que cuando se trata de menores que desaparecen al huir de casa, es una situación que se puede prevenir. Explica que los padres deben interesarse por las actividades de sus hijos, saber quiénes son sus amigos y en dónde están.
William Manzano, policía de menores, agrega que la comunicación entre padres e hijos es importante, así como evitar los maltratos y las discusiones de pareja. Señala que no se recomienda darle tanta libertad a los hijos, pues podrían implicarse en situaciones de riesgo.