Quince meses después de la muerte de su padre Kim Jong-il, Jong-un pasó a las portadas agitando la amenaza de una guerra nuclear con Corea del Sur y Estados Unidos.
“Se les rompe la espalda a los enemigos dementes, se les degüella, y así se les enseña lo que es una guerra de verdad”, llegó a decir un día.
Aunque se nota que se siente más cómodo en público que su padre, no por ello deja de ser enigmático. Su año de nacimiento es un misterio.
La prensa surcoreana habla de 28 y 30 años. Su mujer es joven y atractiva pero se desconoce si tienen hijos.
Enigma. Kim Jong-il se formó durante largos años a la sombra de su padre Kim Il-sung, el fundador de Corea del Norte. Pero su hijo Kim Jong-un tuvo que prepararse en tan sólo unos meses.
“Kim Jong-il aplicaba todo el tiempo la estrategia de la cuerda floja, pero por experiencia sabíamos que no saltaría al abismo. Conocíamos sus límites, cuáles eran sus frenos y qué botones pulsar para que parara. Con su hijo, no tenemos pasado. No conocemos sus límites, hasta dónde se le puede empujar, y si tiene o no frenos”, explicó Alexandre Mansurov, experto en Corea del Norte.