Los talleres se convirtieron en un espacio de recreación, y a su vez, en la oportunidad para que los participantes desarrollen habilidades y descubran talentos.
Los cursos impartidos fueron de fútbol, básquet, gimnasia rítmica, ajedrez, atletismo, ciclismo, levantamiento de pesas, ballet, folclore, guitarra, piano, violín y teatro, con elaboración de títeres.
Durante los cuatro años se han formado cerca de 4.000 niños, niñas y adolescentes en las citadas disciplinas, indicó el alcalde Roque Rivadeneira, quien además manifestó que con este tipo de actividades se contribuye a la sociedad por la preocupación de los padres en vacaciones de qué hacer para que los hijos aprovechen el tiempo positivamente y se alejen de malos hábitos.