En el salón de honor de la sede de la OEA se hallaban los diplomáticos de Canadá, Costa Rica, Panamá, Bahamas, Saint Kitts, Estados Unidos, Honduras, Barbados, México, Belice, Guatemala, Trinidad y Tobago y el propio Paraguay.

Insulza elogió en su discurso "el valor" de Franco, quien asumió el poder en junio pasado, cuando el Congreso paraguayo destituyó al entonces presidente Fernando Lugo, una maniobra que fue calificada de "golpe parlamentario" por numerosos países de la región.

Homenaje. "Su tarea no ha sido fácil, sin embargo, usted se ha mantenido firme en sus principios", dijo el secretario general.

Paraguay, suspendida de Unasur (11 países) y del Mercosur a causa de la crisis política, estuvo también a punto de perder su membresía de la OEA.

Pocos. Frente a una mesa de embajadores notoriamente vacía, Franco agradeció en su discurso "el apoyo y la cooperación de la OEA por el respaldo brindado durante el proceso de transición que viven".

Paraguay celebrará sus elecciones presidenciales el 21 de abril, y Franco dejará su cargo en agosto. El mandatario reivindicó para Paraguay "el derecho a que nadie intervenga en sus asuntos internos".