Madre, padre y amigos de Nuris Josenka Guillén (18) vistieron de blanco, exhibieron carteles y caminaron despacio hacia la Corte de Justicia, Fiscalía y Gobernación, exigiendo justicia. 

Sus amigos, aquellos que la vieron por última vez aquel sábado 30 de marzo, también recorrieron la ciudad y se comprometieron a aportar en las investigaciones, que a decir del jefe de la Policía Zonal, Ramiro Mantilla, están avanzando, sobre todo después del operativo que se efectuó la madrugada de ayer y que permitió detener a 17 personas, 11 de ellas por asociación ilícita y las restantes por obstruir la labor policial. 

Eduardo Guillén, padre de Nuris, dijo que existen indicios de que entre los detenidos esté la persona que disparó a su hija causándole la muerte. "Nos han pedido que no entorpezcamos las investigaciones, pero el sospechoso está identificado, señaló evitando dar más detalles sobre el tema. 

Casos sin aclarar. En la manifestación pacífica se apreciaron otros rostros. El de Manuela Figueroa, una mujer de 66 años de edad, que reflejaba dolor. Ella, pese a sus problemas de salud, decidió bajar de lo alto de la ciudadela Briones y llegar a la plazoleta Eloy Alfaro. Con la mano derecha sostenía la foto de su hijo Javier Alfonso Flores Figueroa, quien fue asesinado hace un año siete meses. Con  la izquierda apretaba la foto de su otro vástago Ángel Rafael Flores, quien falleció de varios disparos hace siete años. Desde entonces doña Manuela espera que tanto la Fiscalía, como la Policía hagan operativos similares a los ocurridos ayer para capturar a los culpables, que según ella, están identificados por los testigos. 

Arsenio Pico Zambrano también decidió caminar por la justicia. En su letrero manuscrito pedía que se investigue el homicidio de su hermano Leoncio Pico Zambrano (49), quien el 21 de febrero murió apedreado frente a varios testigos mientras mediaba en una riña en la que estaba implicado su hijo. Pico señala que no se cansará de caminar, tiene la esperanza de que en algún momento su sed de justicia sea saciada. 

Los gritos de Fátima Mendoza sobresalían por momentos entre la multitud. No entiende por qué a pesar de que han transcurrido 7 meses, el crimen de su hijo Carlos Mero Mendoza y el de su nuera Monserrate Ross aún siguen impune. 

Marchas. Carlos Teodoro Delgado, presidente de la Corte Provincial de Justicia, quien también caminó, señaló que estas marchan no sirven para presionar, sino para concienciar a la gente que tiene que unirse para combatir este tipo de desgracias.  Vicente Mera Vinueza, exconcejal de Portoviejo,enfatizó que la seguridad se ha desarrollado en estructura física, pero en investigación para aclarar los crímenes falta mucho por hacer. Se debe trabajar más en trabajos de "inteligencia", refirió. 

Esta es la segunda marcha que se realiza en Portoviejo, pues hubo una tras la desaparición y posterior asesinato de Julio Sabando, convocada por la Cámara de Comercio. Allí se pidió la construcción de UPC y la concreción del helicóptero y aumentar el número de policías, lo que se cumplió.

 

Pedidos de la marcha cumplidos.

La marcha por la paz y la seguridad ciudadana que se hizo en Manta el 17 de julio del 2012, tras el asesinato del presidente de la Junta Cívica, Lenín Chiriboga, dio resultados, comentó Trajano Andrade, exasambleísta e integrante de la Junta Cívica. De los ocho pedidos que se realizaron al Gobierno Nacional, el 90% se ha cumplido, mencionó, Entre ellos la dotación del helicóptero para Manabí, los 20 mil botones de pánico, el grupo de élite de la Policía Nacional, así como la implementación de equipos como motos y patrulleros.

La salida de los militares a resguardar las calles fue otro de los pedidos que también fueron cumplidos, recordó Andrade.

Lo que aún está pendiente es la construcción de un centro de Detención Provisional para la ciudad. 

En Manta se han realizado seis marchas pidiendo por la seguridad ciudadana.