El tema ha desatado controversias en muchos países, incluyendo Ecuador, en torno a si es un método abortivo o no. La polémica ha incluido a sectores oficiales, médicos, padres de familia y grupos ciudadanos.
El uso de cualquier método anticonceptivo debe ir acompañado de la suficiente información sobre los componentes químicos, la forma en que actúa en el organismo, posibles efectos secundarios, interacción con otros medicamentos, entre otros detalles.
Como todo fármaco, el levonorgestrel, que es el ingrediente activo de las píldoras que se distribuyen en Ecuador, puede tener contraindicaciones en personas con determinada condición de salud.
También se debería advertir que el uso de anticonceptivos orales no impide un posible contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Hay muchos puntos que aclarar. El Ministerio de Salud debería ser el ente que encabece una campaña de información para aclarar tantas dudas frente a versiones que confunden a la sociedad.