Las aguas servidas que según las autoridades de la Empresa Aguas de Manta (Epam), ya están tratadas  y emanan olores desagradables en su recorrido hacía el mar, dijo Luis Paz, quien tiene su casa al lado del río Manta, en el barrio 15 de Septiembre. 

Las aguas recorren por el cauce del río por más de seis barrios hasta desembocar en la playa de Tarqui.  En estos sectores las quejas por la pestilencia son frecuentes. 

Eloy Reyes, gerente de la Epam, dijo que con las nuevas lagunas se da un mejor tratamiento a las aguas, por lo que ahora la contaminación es mínima. Sin embargo, reconoció que la emanación de malos olores existe y es algo normal en una laguna de oxidación.  La ciudad cuenta con un total de 12 lagunas. 

 

Proyectos. Reyes indicó que preparan dos proyectos para evitar que las aguas de las lagunas sigan llegando hasta la playa de Tarqui,   el primero consiste en la construcción de un emisario submarino para, a través de tuberías, trasladar el líquido tres kilómetros mar adentro. Otra de las alternativas es una planta de tratamiento de aguas residuales para a través de un proceso de ósmosis inversa usar las aguas para reguío.

En noviembre del 2012, con las nuevas lagunas de oxidación en funcionamiento, se llegó a un nivel de 130  DBO (Demanda Bioquímica de Oxígeno) sobre la norma nacional ambiental que es de 100 a 120, lo que significó un alto grado de contaminación por falta de depuración en los procesos, según un funcionario de la Epam.