El papa Francisco oró este martes ante la tumba de Juan Pablo II en el octavo aniversario de la muerte del pontífice polaco, uno de los más queridos por los católicos en el mundo.
En sus tres semanas como Obispo de Roma, Francisco ha sacudido la Iglesia católica con diversos gestos que han roto la tradición: renunció a ciertas vestimentas litúrgicas y el Jueves Santo lavó los pies de una mujer musulmana en un ritual con el que se rememora a Jesús lavando los pies de los apóstoles.