Antes del accidente que le cambió la vida "Ciudadano" como también lo conocen sus amigos, se desempeñaba como cadenero en la ex CRM, pero le gustaba ganarse un dinero extra haciendo otras labores como limpiar techos, haciendo esto fue que la desgracia lo encontró.
Afirma que al principio se le hizo muy difícil asumir su realidad, ya que fue un hombre que se valía por sí mismo y de un día a otro todo cambio, ahora no se despega de su silla de ruedas.
El apoyo de su esposa y de su hijo pequeño lo ayudaron a sobreponerse. Es así que encontró la manera de seguir trabajando, a pesar de su discapacidad. Fue entonces cuando decidió colocar una mesa en las afueras de su vivienda, en las calles 10 de Agosto, entre Espejo y Juan Montalvo, y vender productos de limpieza como quita sarro, brillo para llantas y champú para carros, creso, cloro por galones, desinfectantes, entre otros.
Admite que la ganancia no es bastante pero le permite subsistir y a ayudar a su hijo para que se convierta en un profesional.