Este hombre cuenta que aquella noche llamó a un taxi amigo para que le hiciera una carrera desde la universidad hasta su casa. 

En el trayecto su amigo recibió una llamada. 

"Un amigo de él le estaba pidiendo que lo recogiera en la vía a Manta, en uno de los moteles".

Como el chofer era "pana" de José le preguntó si podía acompañarlo y permitir hacer la otra carrera, ya que por cosas del destino ambos hombres vivían en la misma parroquia. José no vio ningún problema y accedió, es así que a medio camino de su casa dieron la vuelta y se dirigieron hasta el motel. 

Previo a esto el chofer le había pedido a José que no viera a la pareja para evitar incomodidades, y así fue. 

Sin embargo, cuando ya habían avanzado gran parte del camino José se percató que aquella fémina que habían recogido en el motel era su enamorada. 

A pesar de que fue grande la sorpresa y tenía sentimientos encontrados José sólo pasó lamentándose sin decir motivos. 

La pareja fue dejada a cada uno en su casa, fue entonces cuando José pudo desahogarse y empezó a llorar ante el asombro del conductor, quien  no se explicaba qué ocurría.  Una vez calmado, José pudo explicarle la situación a su amigo. Afirma que luego de eso no quiso saber nada de la mujer, por un tiempo.