En plena temporada playera, es necesario que se refuercen las medidas de seguridad en los balnearios para evitar desgracias ocasionadas por la falta de precaución de los turistas y la escasa información sobre las condiciones del mar.
La Semana Santa es de gran afluencia de personas hacia espacios turísticos, sobre todo a las playas. Es a esos lugares a donde deben extenderse los operativos de seguridad, no solamente para disuadir a la delincuencia sino también para actuar en caso de un rescate de emergencia.
Los municipios, el Ministerio de Turismo, la Armada Nacional, la Policía, la Cruz Roja y otros organismos vinculados con la seguridad deben planificar las acciones para que el control sea los más amplio posible.
Es innegable que las contingencias existen; sin embargo, hay que estar preparados para enfrentarlas, sobre todo porque se trata de eventos previsibles.
Una información adecuada, que abarque recursos como los carteles y señales, puede ser una gran aliada en los esfuerzos por garantizar una estadía agradable y segura durante estas fechas de la denominada temporada alta.