Rafael Rezabala, quien acude con su carreta de granizados al parque desde hace más de 10 años, recuerda que al lugar antes llegaba más gente.

"Este lugar era más visitado, ahora por cuestiones de seguridad y falta de mantenimiento se han perdido muchas de las actividades que se realizaban aquí", dice.

Detalla que antes se realizaban campeonatos de fútbol más seguido, los niños hacían uso de los juegos infantiles y habían sesiones de bailoterapia.

El ciudadano cree que el parque ha sido abandonado por las autoridades, que deberían darle mantenimiento, pues es uno de los lugares que le dan un nombre a Portoviejo.

Asimismo, mencionó que se dejaron de celebrar las misas los días jueves en la capilla San Vicente Ferrer que está en el mismo perímetro de parque.

Jorge Sánchez, quien eventualmente lleva a su nieto a que juegue en El Mamey, comenta que sí ha visto una evolución en el lugar, pero que anteriormente el parque era un punto de encuentro familiar. "Las personas llegaban más con sus hijos a disfrutar de los juegos, ahora la delincuencia no permite que se haga tan seguido o en horas de la noche", comentó. Para Sánchez, se deberían retomar las actividades sociales y deportivas.