El asunto de jugar sobre el nivel del mar que, como se ha dicho, cansa más, es una teoría que, por decirlo así, perdió gas en el 2008, cuando el club San Lorenzo de Almagro remontó un marcador de dos goles en contra ante el Potosí, que jugó a más de 4.000 metros de altitud. Esto fue en un juego por la Copa Libertadores.
Marcelo Bielsa fue el seleccionador argentino que no habló una sola palabra a sus dirigidos sobre la altitud y éstos igualaron 3-3 con Bolivia en las eliminatorias del Mundial de Corea y Japón 2002.
En el 2008 daba vueltas todavía una intención de veto a la altitud de La Paz en partidos de selecciones, promovido por Brasil.
Ya no se habla de todo eso. Bolivia juega en la altitud hace más de un siglo y gana, pero también le ganan, se dice en Argentina.
Alejandro Sabella hará varios cambios en el equipo con respecto al que venció el viernes a Venezuela (3-0).
Es posible que disponga el debut del defensa José Basanta, acostumbrado a jugar en la altitud de México, y que Rodrigo Palacio, del Inter de Milán, sustituya al goleador Gonzalo Higuaín, suspendido.