Al sentir el ataque de las abejas, Vera empezó a correr intentando buscar refugio. Fue en ese trayecto que los insectos que seguían a Vera atacaron también a un grupo de obreros que construían una bóveda. 

 

Ayudado. Vera logró llegar hasta la oficina del administrador, lanzó al piso el machete que portaba para su trabajo, y en tono de desesperación sólo gritó “abejas, abejas”, para de inmediato subirse en un taxi que pasaba por el sitio, que lo trasladó al dispensario del Seguro de Jipijapa, desde donde fue transferido a un hospital en Guayaquil.  

Bonilla añadió que en ese momento Vera tenía enredadas en el cabello unas 60 abejas, que lo picaban.

Otro de los afectados es Jhonny Lino (47).  

El administrador dijo que por 48 horas se ha cerrado el cementerio, mientras se eliminan varios enjambres de abejas que están en el lugar.<