Su "circo" es la esquina de la calle América y Avenida del Ejército. Su público, los choferes y peatones que pasan por el lugar.

La entrada es gratuita y el espectáculo es de primera, aunque dura apenas 30 segundos.

El semáforo cambia a rojo y empieza la acción. Álex hace malabares y domina las cinco cuchillas que tiene en sus manos mientras las lanza al aire. En la otra esquina está Andrés realizando equilibro sobre el monociclo y dominando los balones de básquet con sus manos y pies.

30 segundos después, el show termina y ambos se acercan a su público para pedirles una moneda a cambio.

Son de Colombia y llegaron a Portoviejo hace cuatro días. Álex dice que aprendió su arte en la calle.

"Esto es como un vicio, cada día uno quiere demostrar más y superarse", señala.

Andrés explica que para lograr el equilibrio en el monociclo se necesitan cerca de 8 horas de entrenamiento.

"Me he caído varias veces, pero eso te ayuda a perfeccionarte en lo que haces", argumenta.

Ambos trabajan juntos en el "circo" que no tiene carpa ni animador; sólo dos talentos colombianos que durante 30 segundos llaman la atención del público.

En otro escenario está José. Él, en cambio, hace piruetas con dos trapos de colores amarrados por un cabo.

La avenida Universitaria y Ramos Iduarte es su pista desde hace dos meses.

José no quiere dar muchos detalles de su vida pero asegura que su arte lo ha llevado a conocer varios países.

Los carros van y vienen pero José es indiferente. Sólo se concentra en dar un buen espectáculo.

Ahora el show se traslada hasta la avenida 15 de Abril, afuera del coliseo Homero Mendoza.

Allí Liliana y Mario hacen malabares con pelotas y anillos.

Liliana se ubica a un costado de la vía y Mario va al otro extremo. Mientras el semáforo cambia, las pelotas y anillos se cruzan a lo ancho de la calle. 

 

Circo callejeros. Portoviejo se ha convertido en el "circo" de colombianos, peruanos y ecuatorianos.

En todos los casos son jóvenes que buscan demostrar su talento en la vía pública.

La mayoría no quiere hablar con los periodistas, sólo buscan en el arte una manera de ganarse la vida.<