Este anuncio lo realizó hace más de un mes el presidente Rafael Correa, y fue ratificado el viernes por Carlos Naranjo, director ejecutivo del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi). 

Naranjo explicó que existe una fosa de aguas cálidas al Occidente del Pacífico que podrían generar el fenómeno, si éstas se desplazan hasta las costas ecuatorianas. 

"El Niño" podría azotar al país de forma débil, moderada o fuerte. Esto dependería de la temperatura del agua del mar y de si llega o no esa masa a las costas ecuatorianas. 

De no ocurrir esto, Naranjo reveló que el país tendrá un invierno moderado. 

Pero el meteorólogo prefiere ser "precavido" y recomienda a la ciudadanía que esté preparada y en alerta ante un cambio climático que pueda originar a última hora "El Niño".

Carlos Perigachi, técnico del Inocar, dijo que el fenómeno se está alejando de las costas ecuatorianas, porque la masa de agua caliente se mueve de a poco hasta el oeste (mar adentro hacia Australia y Asia). 

Tito Erazo, director de la Unidad de Ambiente de la universidad Eloy Alfaro en Manta, cree también que hablar de un fenómeno es "muy prematuro". 

Según Erazo, hay cambios climáticos que no son inmediatos, sino que pasan por un periodo de transición donde se vuelve inestable hasta que lleguen al cambio de estación, generando alteraciones al clima.

 

 EL MÁS AFECTADO. En lo que sí coinciden expertos en estos temas, es que de ocurrir el fenómeno, Manabí sería la provincia más afectada del país.  

Las razones, según se explicaron en el octavo Foro Climático Nacional que se realizó en Manta, es el mal manejo del subsuelo, falta de obras y los errores en la expansión urbana e industrial que afrontan las ciudades.  

Para Miguel Camino, exdirector de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), los municipios de la provincia trabajan muy lento en el reasentamiento de familias para evitar que ante un invierno, sean muchas las personas damnificadas. 

"Esto a pesar de que el Gobierno ya entregó los recursos para estos trabajos", añadió Camino quien además reveló que en el invierno pasado, especialmente en marzo, se registraron más de 2 mil personas damnificadas. 

Él recomienda a la autoridades que para evitar fuertes inundaciones, se siembre caña guadua en las riberas de los ríos, ya que soportan más que los muros de cemento.

"Las raices de la caña forman un tejido difícil de penetrar y cuando están en la ribera la corriente golpea las raices que logran soportar la fuerza. En cambio los muros se rompen, y terminan colapsando. 

Raúl Mejía, miembro de la Inamhi, reveló que entre septiembre y octubre, no habrá lluvias fuertes en Manabí. <