El animal fue hallado a la altura del sector Arrastradero II, a unos diez kilómetros de la urbe de Pedernales, entre la cabecera cantonal y la parroquia Cojimíes.

Turistas y curiosos se acercaron a observar al enorme mamífero muerto. Debido a esto, se formaron grandes colas de vehículos, informó Carlos Ibarra, relacionista público de la Municipalidad de Pedernales.

El alcalde, Manuel Panezo, dispuso el envío de maquinaria pesada para que la ballena fuera enterrada y evitar con ello la afectación al ambiente.

Yanira Vera, funcionaria de la dirección de Turismo del GAD Municipal de Pedernales, dijo que este acontecimiento movilizó a muchas personas hacia el sector donde se encontró a la ballena.