Actualizado hace: 930 días 21 horas 53 minutos
Los "carritos del placer" vuelven a regalar vibradores en Nueva York

Los "carritos del placer" que tenían previsto regalar 10.000 vibradores en Nueva York, y que fueron cerrados por las autoridades de la ciudad por carecer de los permisos pertinentes, pudieron finalmente repartir su cargamento y satisfacer así a varios miles de ciudadanos.

Viernes 10 Agosto 2012 | 15:00

 La línea de artículos sexuales Trojan Vibrations, que el miércoles y jueves iba a regalar dos de sus modelos de vibradores en sendos carritos, pudo cumplir al fin su objetivo tras obtener una autorización del Ayuntamiento de Nueva York por la que pagó 3.100 dólares, informa hoy el diario New York Post.
La iniciativa fue interrumpida el primer día cuando tan sólo se habían dispensado unas 200 unidades, debido a que no disponían de los permisos necesarios y a las aglomeraciones de gente que se formaron en torno a los carritos, dificultando el tránsito de los viandantes.
"Con los permisos oficiales de la ciudad de Nueva York en la mano, los carritos del placer han recargado para servir placer", anunció Trojan Vibrations en su página de Facebook, para indicar que el reparto finalmente podía llevarse a cabo, desde un único punto del distrito del Meatpacking.
Ante la convocatoria, miles de personas, mujeres en su mayoría pero también hombres, guardaron cola ante uncarrito identificado con los lemas "Atrapa aquí las vibraciones" y "Goza el momento", para obtener gratuitamente uno de estos vibradores, que tienen un precio de 30 y 40 dólares respectivamente.
En dos horas, se entregaron 3.600 unidades, por lo que uno de los representantes de la compañía afirmó que estaban "encantados de haber trabajado con el Ayuntamiento para conseguir que el reparto haya sido un éxito", siempre según el rotativo. 
La decisión del Consistorio había causado malestar entre algunos ciudadanos, que juzgaron la medida como demasiado intervencionista, en la línea de otras adoptadas por el alcalde, Michael Bloomberg, como la prohibición de fumar o de los refrescos tamaño extra grande, que le han hecho merecedor del apodo "Niñera Bloomberg".
"Los vibradores pequeños y baratos se gastan enseguida -dijo al diario Rose Moon, de 29 años, mientras aguardaba en la cola-. Espero que éste sea mejor que los vibradores a los que estoy acostumbrada y que me dure para siempre".

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