Las previsiones de la Oficina británica de Meteorología (Met) para el domingo 12 indican que el riesgo de lluvia a las 18.00 GMT, dos horas antes del inicio de la ceremonia, es del 40 por ciento, aunque se reduce al 20 por ciento a las 21.00 GMT, una hora después del comienzo del evento.

Los expertos prevén además un viento de entre 17,7 y 14,48 kilómetros por hora durante la ceremonia, una humedad relativa de entre el 63 y el 75 por ciento y una temperatura que oscilará entre los 21 y los 19 grados.

En general, se espera un día solado y de agradables temperaturas aunque existe el riesgo de precipitaciones de carácter tormentoso, lo que aleja el fantasma de lluvias persistentes sobre la capital del Reino Unido.

Los pronósticos son muy similares a los de la ceremonia de inauguración del pasado 27 de julio que, no obstante, llegó a desarrollarse sin lluvia.

La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres tendrá lugar en el estadio de Stratford ante unas 80.000 personas y promete ser un gran espectáculo musical en el que participarán bandas británicas.

El coreógrafo Kim Gavin será el director artístico del evento y tendrá la difícil tarea de competir con la espectacularidad que ofreció Danny Boyle en apertura de los Juegos, que destacó por la originalidad y sentido del humor.

Según los organizadores de Londres 2012, la clausura llevará el nombre de "Una sinfonía de la música británica" y rendirá homenaje a las mejores bandas y canciones producidas en el Reino Unido en los últimos cincuenta años.

Como marca la tradición olímpica, los atletas entrarán esta vez todos juntos en el estadio y no separados por países como en la ceremonia de inauguración, pues el mensaje es reunirlos como "una sola nación", en señal de amistad y cooperación internacional.

También se desplegarán tres banderas: la de Grecia, por ser el país donde nacieron los juegos; la del Reino Unido, el anfitrión de Londres 2012, y la de Brasil, próxima sede de los Juegos de 2016.

Y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, hará un discurso para declarar clausurado el evento, antes de que se apague la llama olímpica del pebetero.