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Portoviejo
Las familias en riesgo esperan reubicaciones

La ropa cuelga de los improvisados cordeles instalados en pasillos y patios del centro turístico El Concorde de Portoviejo. Allí, donde hace años reinaba la alegría de los turistas, hoy la desesperanza es la huésped.

Lunes 06 Agosto 2012 | 00:00

Las 94 familias albergadas, que perdieron sus casas por la fuerte estación invernal, esperan que la Municipalidad agilite el trámite para la donación del terreno donde el Miduvi construirá las casas con el bono que les asigne.
María Teresa Flores, Juan Baque, María Baque, están entre los albergados. Sus casas fueron destruidas y semisepultadas por la avalancha de agua y lodo que bajó de las colinas de Andrés de Vera a fines de febrero de este año. En la calle San Ignacio y Alberto Lara, donde vivían, queda la evidencia de la fuerza de la naturaleza.
Viviana Orellana, quien dirige a los albergados, fue la única persona que perdió su vivienda por la inundación en la curva de El Guabito, debido a que la vía a Santa Ana quedó a un nivel más alto que las casas y esto represó las aguas, que se desbordaron.
Y las historias se repiten. Desde Andrés de Vera, San Pablo, El Florón,  Barrio Fátima, ciudadela Vélez, calle  Medardo Cevallos, llegaron al improvisado albergue donde comparten vivencias, y también  reclaman por mayor atención para salir de este trance. En las habitaciones comparten hasta 8 personas, en algunos casos. 
En esos espacios cocinan sus alimentos y realizan sus actividades diarias. 
Orellana indica que hasta hace dos meses tuvieron atención de las instituciones vinculadas a la emergencia, pero ahora se sienten huérfanos de apoyo. Está consciente de que no pueden recibir todo del Gobierno, pero pide que, al menos, se asigne médicos y psicólogos para atender a los niños. Y, lo más importante, que el cabildo agilite el trámite para la donación del terreno donde se construirá el programa de reasentamiento de las 100 familias albergadas. No quieren pasar otro invierno en este lugar. 
 
Más temor. En las colinas de San Pablo y Andrés de Vera el temor también ronda. 
En El Rocío de San Pablo, Carmen Mendoza  teme que si las lluvias son fuertes sus casas se caigan por los deslizamientos, junto con el tanque que, tras los deslizamientos de febrero, la empresa de agua potable y alcantarillado, EPMAPAP, reubicó a un costado de las casas, sobre la tierra, y ya se está hundiendo.
En el mismo sector Cirilo Molina y Santa García, que perdieron sus casas en el último invierno, dicen que nadie del municipio ha llegado para censarlos y ver qué necesitan. Igual afirman Ginger Cedeño, Ángel Pilligua, Diana Macías, y Santa García que también perdieron su vivienda. <
 
Peligro está latente en colinas, riberas del río y quebradas
 
El Municipio espera que el Banco Central (BCE) decida la venta del terreno de Picoazá donde serán reasentadas 100 familias albergadas. 
El procurador síndico municipal, David García, explicó que la anterior Corporación declaró de utilidad pública esos terrenos de 68.000 dólares. En el 2008 pasaron a un fideicomiso del BCE, que los avalúo en 350.000 dólares, por lo que se pidió un reavalúo a la Dirección Nacional de Avalúos y Catastro, Dinac, que fijó el valor en 86.000 dólares. García señaló que sólo esperan que el BCE informe el número de cuenta para transferir los recursos, hacer la escritura y legalizar el terreno. Antes la Corporación deberá derogar la resolución inicial.  
El director de Gestión de Riesgo de Manabí, Mauro Andino, explicó que cuando se entregue el terreno emitirán el informe que señale que esa no es zona de riesgo para que el Miduvi construya las obras básicas y las 100 casas, lo que fue ratificado por el director regional, Jean Paul Demera.
El director del MIES, Néxar Palacios, indicó que están comunicados permanentemente con los albergados, pese a que el 7 de julio se levantó "la excepción". 
“Ellos deben seguir haciendo su vida normal; pueden llevar a sus hijos a los centros de salud, buscar la ayuda requerida, están en condiciones de hacerlo”, añadió.
Andino señaló que la Secretaria de Gestión de Riesgo, llegará hoy anunciará obras. La SNGR financiará el 75% y el 25% los municipios con crédito del Banco del Estado.
 
Zonas de riesgo. 
En Portoviejo son centenares las familias que habitan en zonas susceptibles de deslizamientos e inundaciones. Cristhian Carvajal, coordinar de la Unidad de Riesgo de la Municipalidad, indicó que estudiantes pasantes de la Universidad Técnica de Bolívar levantan el diagnóstico.
Un informe preliminar señala que son zonas de riesgo todas las colinas de San Pablo y de Andrés de Vera, la zona baja de Crucita, las riberas del río Portoviejo y sectores junto a quebradas. 
En la calle Che Guevara y en El Rocío de San Pablo, y en las colinas de Andrés de Vera, bastaría con una lluvia de más intensidad y duración para que los cerros comiencen a ceder.
Carvajal indica que en la ciudadela Briones hay 61 casas afectadas por hundimientos, con paredes caídas y fallas de cimentación. En la calle Che Guevara, por la deforestación, se abrió una calle, en una pendiente muy elevada. En Andrés de Vera puede pasar cualquier cosa. <
 
Sin recursos para poder atender la emergencia
La edil de Portoviejo y presidenta de la Comisión de Planificación y Presupuesto, Ana Pilay, dijo que si bien se cuenta con la ordenanza del Sistema de Gestión de Riesgo, se necesita que el tema sea llevado como política institucional, y que se asigne el personal suficiente a la Unidad respectiva (sólo cuenta con 2 personas) por el tamaño del cantón. No hay logística para enfrentar eventualidades, añadió.
Recalcó que se necesita recursos, que se deben evidenciar en el presupuesto, para prevención y mitigación a corto, mediano y largo plazo. Además, se debe exigir la entrega de recursos de emergencia. <
 
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