La demanda eléctrica de Nueva Delhi y el noreste indio ha quedado cubierta por completo, mientras que en las regiones del norte y el este del país -las otras zonas afectadas por el apagón-, el servicio es actualmente del 95 por ciento, según la sociedad pública PSOC.

El apagón afectó a diecinueve regiones, con una población combinada de unos 600 millones de personas, y causó la parálisis de la actividad industrial y los servicios de trenes y metro, y dejó a los hospitales con un suministro de emergencia.

La corporación eléctrica india explicó entonces que el apagón fue consecuencia de que cinco regiones habían sobrepasado el consumo de los cupos eléctricos asignados, aunque la India tiene un déficit energético estructural de aproximadamente un 10 por ciento.

El apagón ha sido el más grave registrado en la India, un país donde una gran parte de la población cuenta con un acceso deficiente a la red eléctrica, y se produjo solo un día después de otro grave corte que afectó a siete regiones del norte del país.

En pleno apagón, el Gobierno decidió una pequeña remodelación del gabinete que afectó al ministro indio de Energía, Sushil Kumar Shinde, quien asumirá la cartera de Interior.