En un comunicado, explicó que miles de refugiados sirios cruzaron a través del puesto fronterizo de Masna (este) tras el incremento de los enfrentamientos en Damasco entre los rebeldes y el ejército, aunque un buen número ya ha regresado a Siria.

En la actualidad ACNUR brinda, junto al Gobierno libanés y a varias ONG, asistencia y protección a más de 34.000 desplazados sirios, de los cuales 31.596 están registrados, lo que representa un incremento de 6.000 personas desde finales del mes pasado.

 

 RETORNO. Los refugiados aseguran que permanecerán en el Líbano varias semanas y que regresarán a Siria una vez que se estabilice la situación en las áreas donde viven, según las entrevistas hechas por el personal de ACNUR a los recién llegados.

Sólo la semana pasada, de las 11.000 personas que aproximadamente cruzaron la frontera, unos 4.000 regresaron a Siria en el mismo periodo.

Líbano se opone a la instalación de campos de refugiados sirios en su territorio, con la excusa de querer mantenerse alejado del conflicto sirio, por lo que la mayoría de los desplazados vive en casas de familiares, colegios o en viviendas alquiladas, en una precaria situación debido a las escasas ayudas recibidas.

Para aliviar esta situación, la Unión Europea (UE) ha destinado cinco millones de euros adicionales -previamente donó 7,5 millones- para responder a las necesidades de los refugiados y las comunidades de acogida libanesas, según informó la Delegación de la UE en Líbano.