Sesenta años después de su muerte, Argentina aún llora a Eva Duarte, una figura mítica del peronismo, que ha recobrado plena vigencia bajo la presidencia de Cristina Fernández y en medio de las graves divisiones internas del justicialismo.
Su imagen preside la avenida 9 de Julio, la más importante de Buenos Aires, desde la fachada del ministerio de Salud, donde tenía su despacho, y su legado es reivindicado por las distintas facciones peronistas.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, se ha convertido en la principal valedora del mito hasta el punto de comparecer en público en la Casa Rosada escoltada por una maqueta con la imagen de Evita. <