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CIUDAD
Peripecias y angustia en las noches, en busca de salud

Angustiados. Así estaban, a las 02h30 del viernes pasado, los familiares de Euclides Alcívar, que sufrió un derrame cerebral, mientras esperaban fuera de la sala de emergencias del hospital Verdi Cevallos que llegue un neurocirujano.

Domingo 22 Julio 2012 | 00:00

Y estaban angustiados porque temían que a su paciente se le complique su cuadro, a pesar de que los médicos residentes e internos ya lo habían estabilizado. Lo que querían es que llegue el especialista para estar más tranquilos y éste les dé el diagnóstico definitivo.
Luego, conocieron que el médico especialista llegaría a las siete. Euclides estaba acostado en una cama de emergencias, con un coágulo de sangre en el cerebro. “Tenemos fe en que se mejorará, pero tememos que recaiga”, aseveró su nuera.
En otra cama permanecía Fanny Mendoza, con dolores vesiculares, mientras su hija María José acudía a la farmacia del hospital con una lista de medicamentos.
María José demoró un poco en ser atendida, pero obtuvo los fármacos. 
A su alrededor, decenas de personas dormían en el suelo y bancas.
 
 SACRIFICIo. Se trata de familiares de los enfermos que pasan la noche en este hospital. 
Orley Zambrano tiene un mes durmiendo en una banca. Es de Flavio Alfaro y espera que a su pequeño hijo, asilado en la unidad de quemados, le den de alta de una severa quemadura en las piernas. 
En fin, en las madrugadas se sufre más en la vigilia por la salud de sus parientes, dijeron estas personas.
Sin embargo, en las noches y madrugadas se torna más complicado conseguir servicios de radiografía, laboratorio y médicos especialistas que atiendan de primera mano a un paciente, en especial cuando se trata de un accidente grave.
Por ejemplo, una tomografía en el hospital del Seguro es infructuosa, pues el aparato está dañado y las ecografías se las toma hasta las 19h00.
Así, Tania Mendoza pudo conseguir que a su hija embarazada, de 17 años, puedan tomarle una ecografía en la tarde del jueves. En la espera de su primer nieto, tuvo que acomodarse en los pasillos del hospital, porque afuera hacía mucho frío. 

Cerca de ella, una señora rogaba que no le pidieran medicinas, porque había que ir al centro, ya que la farmacia del lugar está abierta hasta las 23h00. < 

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