Los portovejenses fallecieron en Caracas, el pasado 1 de julio.

Belforth Alexander Arteaga Quiróz, de 20 años de edad, fue asesinado producto de 8 heridas por arma blanca (desarmador), y 8 disparos en diferentes partes del cuerpo.

Ramón Arteaga Zambrano dijo que su hijo compartía su departamento con otro amigo de nombres Junior Mugica, de nacionalidad Venezolana.

El occiso habría mantenido un pelea con su compañero de vivienda, por un dinero. El problema terminó con la muerte del portovejense.

Este hecho ocurrió a las 02h00 en Caracas Venezuela, desde ese entonces los familiares de la víctima realizaron los trámites de repatriación.

Berforth Arteaga fue sepultado hoy en la parroquia Calderón a las 16h00, en el cementerio general.

OTRO CASO. Joel Narciso Alvarado Mendoza, de 33 años de edad, también fue asesinado el mismo 1 de julio en  el barrio Los Magayanes de Katia en Caracas, Venezuela, a las 23h45.

Holger Navarrete, padre adoptivo de Alvarado, señaló que su familiar fue asesinado por un menor de edad (15), que andaba con otros adolescentes.

Navarrete comentó, que el grupo de hombres, de los cuales varios andaban armados, habrían protagonizado una pelea.

Uno de ellos intentó disparar a Alvarado, pero este no se dejó, en esos momentos un adolescente de 15 años de edad lo disparó por la espalda en dos ocasiones.

Producto de los impactos, el portovejense cayó al suelo, donde fue rematado con un tiro en la cabeza. 

Posteriormente la Policía Venezolana logró la capturar del presunto autor del delito, mientras que los familiares del asesinado pusieron la denuncia ante las autoridades judiciales.

Navarrete dijo que le han informado que el detenido podría quedar en libertad por falta de pruebas. 

La víctima deja un hijo de 7 años de edad en la orfandad, y trabajaba como chofer de una moto taxi.